El compostaje, una receta tradicional renovada basada en la naturaleza

Compostar se composta, con otro nombre, desde que las personas conocedoras de su entorno y de los ciclos de la vida, han criado animales y han aprovechado las heces para mantener y mejorar la fertilidad de la tierra. Esa que nos ha asegurado el alimento.

(Foto cedida por Elisa Castillón Castillón)

Por eso amontonaban el fiemo de todos los habitantes de la casa (ganado, animales y personas), lo picaban y movían para que “hirviera” y una vez ya “cocido” lo usaban en huertas y campos. Lo habían visto hacer y así lo repetían, porque funcionaba.

Era tan importante aprovechar todos esos restos orgánicos que escobaban las cagadas de los bichos de enfrente de casa cuando salían del corral.

“¡Hombre el escobar las calles pa recoger el fiemo! Pos en aeba sitios que como escobases un trozo calle que no eba tuyo, ya te podebas… Eba como robar una cosa…” (Escobar el fiemo, archivo sonoro SIPCA).

El compostaje es una receta tradicional renovada. Es una solución basada en la naturaleza y en el increíble conocimiento que nos trae la cultura popular.

El compostaje es una solución a muchas cosas.

Los restos orgánicos no son basura pero acaban en muchas ocasiones mezclados con otros residuos en el vertedero. Un sistema con muchas fugas: transportes innecesarios, contaminación de aguas, suelo y atmósfera y… ¡atención! Una preocupante pérdida de recursos porque al estar mezclados no podemos recuperarlos. Un alto coste ambiental y económico.

Las tasas que pagamos no cubren el coste real de todo esto y según la nueva ley de residuos las tasas deben hacer frente al coste del servicio y de gestión de las infraestructuras (incluido el vertedero). Así que aprovechemos este nuevo contexto como una oportunidad para cambiar lo que no funciona.

Con el autocompostaje, compostando cerca de donde generamos los restos orgánicos, nos gastamos mejor el dinero porque se invierte en el propio territorio y abrimos posibilidades para nuevas iniciativas económicas y sociales.  En esta ocasión, las condiciones del mundo rural (poca población, dispersión,…) juegan a nuestro favor.

El compostaje es un sistema que se puede adaptar fácilmente a las necesidades de cada lugar. Lo podemos hacer en nuestro propio jardín, en la huerta, en el patio del colegio, en un compostador comunitario con más vecinos o en una pequeña planta comarcal.

çEste año hemos podido trabajar en varios centros educativos que han puesto en marcha el compostaje escolar, seguimos el compostaje doméstico de varios municipios y estamos a punto de inaugurar la primera área de compostaje comunitario en el municipio de Bielsa, en la Comarca de Sobrarbe (Pirineo aragonés). Puedes conocer más nuestros servicios aquí.

Llevamos años aprendiendo de las experiencias que se vienen desarrollando en la península ibérica. Nos hemos podido formar con el curso Autocompostaje para maestr@s composter@s del IHOBE (Sociedad Pública de Gestión Ambiental del Gobierno Vasco) y el curso Maestría en compostaje de Composta en Red (coordinadora de Entidades Locales de todo el Estado que desarrollan experiencias de compostaje doméstico y comunitario).

Gracias a todas las personas: por enseñar, por aprender, por compartir, por seguir confiando en que tenemos la solución a lo que necesitamos en nuestro propio territorio y en nuestras propias manos.

Y unas gracias muy especiales al maestro compostador Ramón Plana, por su generosidad y buen hacer.

“La pregunta no es si una iniciativa es grande o pequeña, sino si sus premisas contienen el germen de un cambio sistémico” (Silke Helfrich & David Bollier)



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